Maniobra de Heimlich en niños: pasos para docentes y monitores
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Las aulas y los espacios educativos deben ser lugares seguros donde el desarrollo integral del alumnado esté garantizado. Sin embargo, incluso en estos entornos protegidos pueden surgir situaciones imprevistas que requieren una respuesta rápida y eficaz. Una de las más críticas es el atragantamiento, especialmente en educación infantil y primaria. Saber cómo aplicar correctamente la Maniobra de Heimlich en niños puede marcar la diferencia entre una emergencia resuelta a tiempo y un desenlace grave.
Por ello, es fundamental que docentes y monitores/as conozcan esta técnica de primeros auxilios, sepan identificar cuándo aplicarla y actúen con seguridad. En este artículo, te ofrecemos una guía completa y actualizada sobre cómo proceder ante una obstrucción de las vías respiratorias en la infancia, con pasos claros, recomendaciones prácticas y claves de prevención adaptadas al contexto escolar.

¿Qué es la Maniobra de Heimlich?
La Maniobra de Heimlich en niños se refiere a una técnica de primeros auxilios diseñada para desalojar objetos que bloquean la vía aérea superior. En el caso de los menores, requiere adaptaciones de fuerza, técnica y postura según la edad, el tamaño del niño o niña y su estado de consciencia. Su objetivo principal es restablecer el paso del aire para evitar asfixia, daños neurológicos o consecuencias fatales.
Según MSD Manuals, cuando hay una obstrucción grave —el niño no puede hablar, toser, respirar ni llorar— es momento de actuar con esta maniobra.
Importancia para docentes y monitores

Para quienes trabajan en entornos educativos:
- Estar preparados evita reacciones impulsivas o incorrectas.
- Conocer la técnica reduce miedo, inseguridad y errores.
- Permite salvaguardar la vida de niños/as en situaciones críticas.
- Mejora la confianza de familias y comunidad educativa en la institución.
Signos de alerta: cuándo aplicar la maniobra
Antes de aplicar la Maniobra de Heimlich en niños, se deben detectar señales claras de obstrucción grave:
- Incapacidad de hablar, llorar o emitir sonidos fuertes.
- Tos muy débil o ausencia de tos.
- Dificultad evidente para respirar, respiración ruidosa o silbante.
- Coloración azulada en labios, rostro o extremidades (cianosis).
- Pérdida de la consciencia si no se actúa de inmediato.
Si el/la niño/a puede toser con fuerza, es mejor dejar que lo haga por sí mismo: la tos es un mecanismo natural para desalojar obstrucciones parciales.
Paso a paso: Maniobra de Heimlich en niños/as mayores de 1 año
Aquí tienes la guía práctica para docentes y monitores/as, detallada por pasos, para aplicar la Maniobra de Heimlich en niños/as conscientes y mayores de un año:
- Evaluar la situación. Asegúrate de que el/la menor está consciente, pero no puede respirar, hablar o emitir sonido. Si puede hablar o toser con fuerza, vigila y motívale a seguir tosiendo.
- Pedir ayuda. Llama al servicio de emergencias locales (en España, 112) y pide asistencia inmediata. Avisa al equipo de enfermería o primeros auxilios del centro si lo hubiera.
- Posicionar al niño/a. Si el/la niño/a está de pie, coloca un pie ligeramente delante del otro para establecer buen equilibrio. Si es más alto que tú, puedes arrodillarte detrás.
- Colocar las manos correctamente. Rodea la cintura del menor. Haz un puño con una mano, colócalo justo por encima del ombligo (pero por debajo del esternón), agarrado con la otra mano.
- Ejecución de la maniobra. Realiza compresiones hacia adentro y hacia arriba con firmeza. Repite las compresiones (generalmente cinco) hasta que el objeto sea expulsado o llegue ayuda.
Adaptaciones según la edad
La Maniobra de Heimlich en niños/as requiere adaptaciones para bebés (menos de 1 año), para niños/as mayores, y en situaciones especiales:
- Bebés (menores de 1 año): no se aplica la maniobra abdominal. Se realizan cinco golpes interescapulares entre los omóplatos con el bebé boca abajo apoyado sobre el antebrazo, luego se da vuelta y se realizan cinco compresiones torácicas si no se ha solucionado.
- Niños de más de 1 año: como se describió arriba, maniobra abdominal acompaña a los golpes en la espalda si falla.
- Niño/a inconsciente: inmediatamente se inicia la reanimación cardiopulmonar (RCP) según protocolo, después de comprobar que no respira.
Precauciones y contraindicación
Aunque la maniobra salva vidas, hay que tener presentes algunas precauciones:
- No aplicar la maniobra si no hay síntomas graves (toser fuerte o hablar) para evitar daños o empeorar la obstrucción.
- En niños menores de un año nunca usar la maniobra abdominal.
- En caso de obstáculo visible en la boca y sea fácilmente accesible, se puede retirar con cuidado, pero sin meter los dedos a ciegas.
- Tener cuidado con la fuerza empleada: demasiada presión puede causar lesiones torácicas, daño interno.
Protocolo de emergencia escolar: integración en el centro educativo

Para que docentes y monitores/as puedan aplicar la Maniobra de Heimlich en niños de manera efectiva, es necesario que el centro educativo tenga protocolos claros. Algunos elementos esenciales:
- Formación regular en primeros auxilios para todo el personal escolar (docentes, monitores/as, personal de comedor, conserjería).
- Existencia de botiquín escolar debidamente equipado.
- Carteles visibles con instrucciones básicas de primeros auxilios y actuación ante atragantamientos.
- Simulacros periódicos que incluyan situaciones de atragantamiento.
- Designación de responsables de emergencia: quién llama, quién coordina dentro del centro, quién acompaña al o la afectada.
Prevención: la mejor estrategia
Evitar situaciones de atragantamiento es tan importante como saber actuar ante ellas. Algunas medidas preventivas:
- Supervisar la alimentación: cortar alimentos en trozos pequeños, evitar alimentos duros, redondos o de riesgo con niños/as pequeños/as.
- Educación en hábitos seguros: sentarse al comer, no correr, no hablar con la boca llena.
- Revisar juguetes: asegurarse de que no contienen piezas pequeñas que los/as niños/as puedan tragar.
- Conocer historial médico: alergias, problemas de deglución, etc.
- Mantener la calma y educar en la disciplina del autocuidado.
Qué hacer después de la maniobra
Una vez resuelta la emergencia, estas acciones son fundamentales:
- Verificar que el niño o niña respira y tiene constantes estables.
- Observar por si hay lesiones externas (magulladuras, dolor abdominal) debido a la maniobra.
- Informar a las familias con claridad sobre lo ocurrido.
- Registrar la incidencia en el cuaderno de primeros auxilios del centro.
- Si persistiera algún síntoma (tos, dolor, dificultad para respirar), derivar a servicios sanitarios.
Formación continua: clave para seguridad y confianza
Para que la técnica sea eficaz, es necesario:
- Recibir cursos certificados de primeros auxilios.
- Practicar la maniobra en simulaciones o talleres prácticos.
- Actualizarse conforme a las guías sanitarias vigentes.
- Compartir experiencias entre docentes y monitores/as para mejorar la respuesta colectiva.
En conclusión, dominar la Maniobra de Heimlich en niños/as es una competencia esencial para cualquier docente o monitor/a que aspire a cuidar de su grupo con responsabilidad y seguridad. Saber actuar ante emergencias escolares salva vidas: reduce daños, mantiene la integridad física y emocional, y fortalece la confianza de todo el entorno educativo.
