El rol del educador en el enfoque Reggio Emilia: de guía a coaprendiz
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El enfoque Reggio Emilia ha revolucionado la educación infantil al situar al niño como protagonista activo de su propio aprendizaje. Dentro de esta filosofía, el rol del educador en el enfoque Reggio Emilias se transforma significativamente, pasando de ser una figura autoritaria a convertirse en un guía y coaprendiz que acompaña y facilita el proceso educativo. Esta metamorfosis en la función docente es esencial para crear un ambiente donde los niños puedan explorar, descubrir y construir conocimientos de manera autónoma y colaborativa.
Orígenes y fundamentos del enfoque Reggio Emilia
Desarrollado en la ciudad italiana de Reggio Emilia tras la Segunda Guerra Mundial, este enfoque fue impulsado por Loris Malaguzzi, quien creía firmemente en el potencial innato de los niños para aprender y desarrollarse en relación con otros. Malaguzzi promovía la imagen del niño como un ser lleno de potencial y derechos, capaz de construir su propio aprendizaje a través de la interacción con su entorno y con los demás.

Principios clave del enfoque Reggio Emilia
Antes de profundizar en el rol del educador, es importante comprender algunos de los principios fundamentales que sustentan este enfoque:
- El niño como protagonista: Se reconoce a los niños como individuos competentes, curiosos y capaces de construir su propio conocimiento.
- Aprendizaje basado en proyectos: Los temas de estudio emergen de los intereses de los niños, fomentando una exploración profunda y significativa.
- Ambiente como tercer maestro: El entorno físico se diseña cuidadosamente para incentivar la exploración, la comunicación y el aprendizaje autónomo.
- Documentación pedagógica: Se registran las actividades y reflexiones de los niños para evaluar su progreso y planificar futuras experiencias de aprendizaje.
- Colaboración y participación comunitaria: Se valora la implicación activa de familias y comunidad en el proceso educativo.
Transformación del rol del educador en el enfoque Reggio Emilia

En este modelo educativo, el educador adopta múltiples roles que se alejan de la enseñanza tradicional y se alinean con una visión más colaborativa y respetuosa del aprendizaje infantil.
Educador como guía y facilitador
En lugar de impartir conocimientos de manera unidireccional, el educador en Reggio Emilia actúa como un guía que acompaña a los niños en su proceso de descubrimiento. Observa atentamente sus intereses y necesidades, diseñando experiencias que estimulen la curiosidad y el pensamiento crítico. Este enfoque permite que los niños participen activamente en su aprendizaje, promoviendo la autonomía y la confianza en sí mismos.
Educador como coaprendiz
El educador se posiciona como un compañero de aprendizaje, explorando y descubriendo junto a los niños. Esta relación horizontal fomenta un ambiente de confianza y respeto mutuo, donde tanto educadores como alumnos se enriquecen a través de experiencias compartidas. Al asumir este rol, el docente demuestra que el aprendizaje es un proceso continuo y colaborativo.
Observador y documentador del aprendizaje
La observación detallada es una herramienta esencial en este enfoque. Los educadores registran las actividades, diálogos y creaciones de los niños, utilizando diversos medios como fotografías, grabaciones y notas escritas. Esta documentación no solo permite evaluar el progreso individual y grupal, sino que también sirve para reflexionar sobre las prácticas pedagógicas y compartir el proceso educativo con las familias y la comunidad.
Diseñador del ambiente educativo
El entorno físico es considerado el «tercer maestro» en Reggio Emilia. Los educadores son responsables de crear espacios que inviten a la exploración, la interacción y la expresión. Esto implica seleccionar cuidadosamente materiales y organizar el ambiente de manera que refleje los intereses y necesidades de los niños, facilitando así experiencias de aprendizaje significativas.
Promotor de la participación comunitaria
Los educadores fomentan la colaboración activa entre la escuela, las familias y la comunidad. Reconocen que la educación es un esfuerzo colectivo y buscan integrar diversas perspectivas y recursos en el proceso educativo. Esta participación enriquece el aprendizaje de los niños y fortalece los lazos comunitarios.
Implementación práctica del rol del educador en Reggio Emilia

Para materializar estos roles en el día a día, los educadores adoptan diversas estrategias:
Proyectos emergentes: Partiendo de los intereses observados en los niños, se desarrollan proyectos que permiten una exploración profunda y multidimensional de los temas.
Ambientes ricos en materiales: Se proporcionan recursos variados que estimulan la creatividad y la experimentación, permitiendo a los niños expresarse de múltiples formas.
Reuniones reflexivas: Los educadores se reúnen regularmente para analizar las observaciones y planificar las siguientes etapas del aprendizaje, asegurando una respuesta adaptativa a las necesidades de los niños.
Interacción con las familias: Se promueve una comunicación constante con los padres, compartiendo documentación y fomentando su participación activa en proyectos y actividades escolares.
El rol del educador en el enfoque Reggio Emilia es fundamental para crear un ambiente educativo donde los niños se sientan valorados, escuchados y motivados a explorar el mundo que los rodea. Al actuar como guías, coaprendices, observadores, diseñadores de ambientes y promotores de la participación comunitaria, los educadores facilitan un aprendizaje auténtico y significativo. Esta transformación en la función docente no solo enriquece la experiencia educativa de los niños, sino que
