¿En qué consiste el Método Doman?

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¿Has oído hablar del Método Doman? ¿Sabes cómo se aplica? Se trata de un método alternativo de enseñanza y aprendizaje que está concebido para que el/la maestro/a adapte el conocimiento a las necesidades específicas de cada estudiante. El/la profesor/a debe ser capaz de observar las aptitudes de cada niño/a y sus respuestas ante los estímulos. 

Este sistema se fundamenta en los “bits de inteligencia” que, en términos generales, es toda información que el cerebro pueda procesar a través de los sentidos. Para que estos “bits” funcionen deben tener unos rasgos específicos: que muestre un dato simple y concreto, que sea desconocido o novedoso para el/la estudiante y que pueda llamar su atención. Estas unidades de información son plasmadas en láminas de papel (flashcards o tarjetas con imágenes), mostrando al niño/a (generalmente, de entre 0 a 6 años) aquellos conceptos que deseamos que adquieran. 

La principal misión de esta metodología es estimular el cerebro infantil, pudiéndose fijar, gracias a su plasticidad en la primera etapa de la vida y a la estimulación adecuada y temprana, conexiones que permitan el aprendizaje y el desarrollo de los más pequeños.

El origen

Este método fácil y divertido fue desarrollado por el médico Glenn Doman en los años 50. Este profesional trabajaba con niños/as con lesiones cerebrales y, dicho trabajo, le ayudó a crear un programa basado en secuencias, con métodos eficaces y de gran precisión. Al percatarse de los progresos que estos/as pequeños/as iban haciendo, Doman tomó la decisión de aplicarlo también al resto de niños/as para fomentar su capacidad de aprendizaje. 

Habitualmente, el Método Doman suele aplicarse a los programas de lectura, fomentando este hábito desde temprana edad, y al aprendizaje de las matemáticas; aunque también puede instaurarse en los programas de segundo idioma, inteligencia, escritura, excelencia física y música. 

El fin último es activar el cerebro desde muy temprana edad, aprovechando su máximo potencial, para ayudarle a establecer el máximo de conexiones neuronales posibles, pero siempre con un componente lúdico, divertido. Se trata de que el/la niño/a disfrute con el aprendizaje, despertando sus ganas de descubrir. 

¿Cómo se aplica el Método Doman?

Con esta metodología, las sesiones de trabajo con el alumnado deben ser muy breves, los exámenes son inexistentes y lo que se pretende es que el/la estudiante aprenda de forma flexible, de una manera vivencial, estimulando sus sentidos y divirtiéndose. Estas sesiones se repetirán durante varios días seguidos, siempre en un ambiente relajado, alejado de distracciones. 

Por ejemplo, para trabajar la lectura, mostramos a los/as niños/as series de cinco tarjetas con palabras, escritas en letras grandes, de una misma categoría (animales, profesiones, partes del cuerpo, colores, etc.); al mismo tiempo se pronuncia con voz clara el nombre de cada imagen. De esta manera, el niño/a no aprende a leer identificando el fonema de cada letra, sino que graba la palabra como la imagen que ve. Hay que tener en cuenta que la capacidad visual de los/as pequeños/as es mucho mayor que la que tenemos los adultos, aún así, las imágenes deben ser claras, simples y bien definidas. 

En el caso de las matemáticas, el primer paso será reconocer cantidades, percibir a través de la vista y el oído los números reales y su verdadero valor. Comenzaremos con los números del 1 al 5. Sostenemos la tarjeta con un punto donde el/la niño/a no pueda agarrarla y decimos con entusiasmo: “esto es uno”. No hace falta realizar más descripciones. Después hacemos lo mismo con la tarjeta del dos, del tres, del cuatro y del cinco. Es importante dirigir toda nuestra atención a la cara del niño/a, no a la tarjeta. Asimismo, cuanto más rápido les mostremos las tarjetas, mayor será el interés que despertemos. Por último, no debemos pedirle al niño que repita los números cuando terminemos la sesión, sino mostrarle nuestro afecto.

Beneficios del Método Doman

El respeto y el juego son las claves de esta metodología que cuenta con beneficios específicos para cada programa. Mientras que en matemáticas ayuda a desarrollar el cálculo mental, el programa de excelencia física trata de que el estudiante tome conciencia de su cuerpo, sus posturas y su respiración. Si bien, existen una serie de beneficios comunes a todas las categorías:

  • Fomentar la curiosidad innata del niño/a.
  • Estimular los sentidos
  • Aumentar la atención y la concentración al realizar las tareas.
  • Potenciar la capacidad de aprendizaje.
  • Desarrollar el vocabulario, entrenando su memoria a través de la creación de una especie de “banco de datos”.
  • Favorecer el vínculo entre niños/as y adultos
  • Aumentar la autoestima del niño/a.
  • Ofrecer una actividad divertida, siempre desde el respeto a las necesidades y los tiempos de cada alumno/a.