¿Qué es el Aprendizaje Basado en Pensamientos?

El Aprendizaje Basado en Pensamientos (ABP) fue creado por Robert Swartz, como una metodología que persigue el razonamiento de los niños y las niñas, con el fin de que aprendan a tomar decisiones, analizar situaciones, argumentar y desarrollar un espíritu crítico y creativo.

El ser humano tiene la capacidad de pensar, una facultad que nos permite desarrollar ideas y creencias. Los pensamientos son representaciones mentales bastante complejas que formulamos en función de las relaciones que mantenemos a diario con nuestro entorno, tanto del exterior como del interior. Estas ideas pueden ser más próximas a nuestra realidad o, incluso, más alejadas, potenciando así la imaginación mediante el proceso creativo.

Todos nos pasamos el día pensando, mayoritariamente de manera inconsciente, pero alguna vez te has preguntado: ¿cómo funcionan los pensamientos?, ¿cómo pensamos?, ¿podemos controlar nuestros pensamientos?, ¿qué influencia tienen nuestros pensamientos en los procesos de aprendizaje? 

Las respuestas a estas preguntas son bastantes complejas, pero en este artículo te explicaremos de manera clara y precisa todo lo que debes saber sobre los pensamientos y su estrecha relación con los procesos de aprendizaje.

¿Qué tipos de pensamientos existen?

El pensamiento es una capacidad bastante compleja y versátil, por ello, no debe de extrañarnos que existan diversas maneras de formular ideas, es decir, diversos tipos de pensamientos. Actualmente podemos distinguir los siguientes:

1. El pensamiento reflexivo.
2. El pensamiento analítico.
3. El pensamiento lógico.
4. El pensamiento crítico.
5. El pensamiento sistémico.
6. El pensamiento analógico.
7. El pensamiento creativo.
8. El pensamiento deliberativo.
9. El pensamiento práctico.

¿Cuáles son las habilidades del pensamiento?

Cuando hablamos de habilidades del pensamiento hacemos referencia a los procesos mentales que nos permiten recopilar y transformar la información que obtenemos de nuestro medio exterior e interior. 

Este conjunto de procesos mentales, según los expertos, se puede llegar a dividir en dos grandes categorías en base a su función, encontrándonos así con habilidades básicas del pensamiento y las habilidades de orden superior del pensamiento.

Las habilidades básicas del pensamiento son el pilar de todo el proceso pensativo del ser humano. Aprender a desarrollar adecuadamente estas capacidades es fundamental para poder llevar a cabo de manera correcta y eficaz la recogida y transformación de la información. Dentro de esta categoría podemos encontrar cinco habilidades:

1. Observación.
2. Comparación.
3. Relación.
4. Clasificación.
5. Descripción. 

En cuanto a las habilidades de orden superior del pensamiento, nos encontramos con unas habilidades que nacen de la combinación de información ya recogida y transformada en nuestra memoria (proceso realizado con las habilidades básicas), con la recolecta de nueva información. Estas habilidades tienen el propósito de dar solución a problemas mucho más complejos.  

¿Qué es el pensamiento eficaz?

Cuando hablamos de pensamiento eficaz hablamos de un hábito mental que nos permite desarrollar estrategias de pensamiento productivas, las cuáles nos conducen a una toma decisiones y acciones previamente meditadas. 

Esta capacidad mental nos permite desarrollar cierto autocontrol mental, logrando alcanzar una claridad intelectual. Esta capacidad se puede lograr mediante técnicas y estrategias que nos permiten alcanzar hábitos mentales productivos y eficaces.  

¿Cómo se relaciona el pensamiento y el aprendizaje?

El aprendizaje es la capacidad de convertir nuestros conocimientos en creencias, hábitos, conductas y valores. Para el adecuado desarrollo de este proceso mental, es necesario que, previamente, se desarrollen las habilidades pensativas. Sin este proceso previo de pensar seríamos incapaces de adquirir ningún tipo de conocimiento; es por ello que nuestra manera de pensar influye directamente en nuestra capacidad de aprendizaje.

Para poder adquirir hábitos de estudio adecuados, primero debemos aprender a controlar nuestras habilidades básicas del pensamiento. Entender y controlar la manera en la que percibimos y manipulamos la información, nos facilitará el proceso de adquisición y memorización de esa misma información. 

Para obtener más información sobre los procesos de aprendizaje te recomendamos visitar la página web de eDocentes.

¿Qué busca la Educación Basada en el Pensamiento?

La Educación Basada en el Pensamiento o el Aprendizaje Basado en Pensamientos (ABP) es un método educativo que determina la necesidad de enseñar a los estudiantes destrezas mentales que permitan pensar de una manera más meditada, productiva y ordenada para, posteriormente, poder desarrollar de manera adecuada los procesos de metacognición.

En otras palabras, esta metodología pretende que los niños aprendan a ser conscientes de sus propios procesos mentales, concretamente de la compresión de sus pensamientos para permitirles alcanzar un aprendizaje más duradero, eficaz y significativo. 

¿Cómo se desarrollan los procesos de pensamiento de los niños en la Educación Primaria?

Es posible que los niños desarrollen procesos de pensamiento eficaz siempre que se les otorgue las herramientas necesarias. Existen diversas técnicas y estrategias de aprendizaje que estimulan al niño para desarrollar de manera adecuada los procesos de metacognición. 

Concretamente, el Aprendizaje Basado en el Pensamiento (ABP), es una metodología diseñada para estimular la autorregulación de estos procesos mentales. Su objetivo principal es conseguir que los/as alumnos/as piensen de manera más ordenada y meditada para permitirles, en un futuro, asimilar los problemas y las complicaciones de la vida cotidiana de una manera más reflexiva y práctica, además de potenciar en ellos un actitud crítica y productiva. 

La aplicación de este método en las aulas educativas de Educación Primaria supone desarrollar proyectos educativos donde se vayan introduciendo, poco a poco, diversas estrategias de pensamiento que permitan al alumnado adquirir, de manera escalonada, conocimientos más profundos.