¿Qué es el Flipped Classroom?

El Flipped Classroom es una metodología pedagógica muy avanzada que se conoce como aula invertida. Un método que se adapta a la perfección a los requerimientos de los niños del siglo XXI. El Flipped Classroom ha ganado protagonismo en los últimos años, rompiendo los esquemas clásicos y suponiendo todo un tsunami para el sistema educativo, tal y como lo hemos concebido tradicionalmente.

Este método revolucionario parte de la base de que se aprende haciendo, no memorizando. De esta manera, los estudiantes acceden a los contenidos didácticos en casa (fuera del aula), dejando las tareas, la interacción y las actividades de mayor participación para las horas de clase. Se fomenta el análisis de ideas, la participación en debates, los trabajos en grupo… El/la profesor/a se convierte en un/a mero guía y el apoyo en las nuevas tecnologías cobra un papel relevante. ¿Quieres conocer las ventajas del Flipped Classroom? ¡Te las contamos a continuación!

Beneficios del Flipped Classroom

• Afianza los conocimientos, pues al haber estudiado los contenidos en casa, el tiempo en el aula se optimiza, se usa para dar respuesta a las dudas, solventar dificultades de aprendizaje y poner en práctica los conocimientos adquiridos previamente. En otras palabras, lo que antes se mandaba de deberes, ahora se hace en clase. 
• Implica al alumnado, que participa de forma activa en su propio aprendizaje: trabaja el temario, pregunta dudas, asume responsabilidades, planifica proyectos, resuelve conflictos, colabora en grupo… En definitiva, los/as estudiantes se convierten en actores protagonistas, mientras que el rol del docente se reduce a servir de apoyo para que los niños y niñas consoliden su aprendizaje. 
• Atiende a la diversidad, se personaliza la educación. Los/as alumnos/as dedican el tiempo que necesiten a comprender los contenidos, además, los dispositivos electrónicos se lo ponen fácil, ya que los niños y las niñas pueden pausar un vídeo o presentación, volver a verlo/a las veces que deseen y avanzar a su ritmo, sin perderse en el proceso. Asimismo, el/la maestro/a puede hacer las adaptaciones oportunas en función de las dudas que tenga su alumnado.
• Al minimizar el aprendizaje memorístico, los conocimientos perduran más en el tiempo y tienen mayor profundidad, ya que el/la profesor/a puede dedicar más tiempo al aprendizaje significativo en el aula. 
• Fomenta el espíritu crítico y la creatividad. 
• Incrementa la autonomía personal del niño/a y desarrolla su competencia digital. El/la niño/a controla su propio ritmo de aprendizaje. 
• Favorece las habilidades para organizarse, gestionar el tiempo e intercambiar opiniones mediante el trabajo colaborativo.
• Hace que los/las niños/as estén motivados/as, viendo el aprendizaje como una experiencia divertida, pues son ellos/as quienes asumen el control, toman decisiones, participan y trabajan en equipo a favor de unos objetivos comunes.
• Al estimular las relaciones interpersonales, se mejora la convivencia en el aula.
• La flexibilidad, que otorga total libertad al docente.

¿Cómo se planifica una clase invertida?

Muchos son los/las docentes que apuestan por esta estrategia para facilitar el aprendizaje a sus alumnos. A la hora de organizar una clase invertida debe tenerse en cuenta lo siguiente:

• Aprendizaje fuera del aula, recomendándose la metodología online. El papel del maestro/a consiste en crear o suministrar los medios que faciliten el aprendizaje (presentaciones, grabaciones de audio y vídeo, desarrollo de e-learning rápido…), así como comunicarse con los/as estudiantes mientras están conectados/as para supervisar las actividades, contestar preguntas, retroalimentar, etc. El/la estudiante, por su parte, debe acceder e interiorizar la información, asegurando su comprensión. 
• Aprendizaje en el aula. Deben aplicarse los contenidos aprendidos previamente, lo ideal es combinar actividades diferentes. La labor docente ahora consiste en conducir los ejercicios experienciales en el aula, mientras que el alumnado deberá llegar habiendo interiorizado la información para convertirse en protagonista de las diferentes actividades de colaboración, aprendizaje cognitivo y evaluaciones. 

¿Cómo evaluar una clase invertida?

En esta metodología rompedora podemos diferenciar tres tipos de evaluación:

• Evaluación previa: tiene como finalidad identificar las necesidades específicas o una posible falta de conocimiento. Es una herramienta eficaz para recopilar información y reconocer ciertas problemáticas. Solemos acudir a esta evaluación al inicio del curso escolar o al presentar un tema nuevo.
• Evaluación formativa. Retroalimenta al estudiantado y al personal docente durante las actividades. Está basada en un seguimiento regular e incluye: notas sobre tareas, ensayos, test de opción múltiple que forman parte de la autoevaluación del alumnado. 
• Evaluación final. Se realiza al final de una actividad para tener constancia de en qué medida se alcanzaron los objetivos propuestos, puede ser la prueba escrita al acabar un tema determinado. En el Flipped Classroom puede hablarse también de una autoevaluación previa, referente a la actividad que los/las estudiantes realizan en casa, de forma individual. 

Aunque siempre pensamos en pruebas, exámenes y calificaciones cuando hablamos de evaluación, podemos obtener mucha información de una discusión formal con nuestros/as estudiantes, hablando a través de un proceso.

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